sábado, 13 de agosto de 2022

"Solo los comunistas sangran"

Preludios (publicado originalmente en julio 17 de 2014)

Moscú corre una carrera contra el tiempo, en medio de denuncias de Kiev de que tropas rusas evacuan sistemas de misiles Buk de la zona de conflicto y que los separatistas afines al Kremlin "borran evidencia" de la zona donde se estrello el MH 17 de Malasyan Airlines con 300 pasajeros a bordo, derribado por un cohete militar.

El diario El País de España cita hoy al jefe del Sistema de Seguridad Estatal ucraniano alegando que operaron los temibles sistemas balísticos Buk M-1 en la zona del siniestro y a la hora del siniestro. Kiev mostró fotografías de los misiles siendo evacuados tras la frontera rusa mientras el regimen de Putin insiste en declararse "marginal" al conflicto y se desentiende de llamar a un cese al fuego.

No es una posición que el Kremlin pueda sostener por mucho tiempo. A la presion de la Union Europea a través de la canciller germana Merkel se une ahora la del gobierno de Amsterdam, que perdio casi 200 connacionales en el siniestro, mientras que cientos de familiares de las victimas esperan en la frontera de Donoestk, junto a la ICAO (Organización de Aviación Civil Internacional) y un equipo holandés de expertos en medicina legal, que se les permita llegar a la zona.

Un equipo de especialistas de la Organizacion para la Seguridad y Cooperacion en Europa (OSCE), que llego el viernes a la zona del siniestro, denuncio que los separatistas les impidieron llegar hasta el lugar del impacto. El embajardor suizo ante la OSCE Thomas Greminge declaro a agencias que "grupos locales ilegales y armados" impidieron su acceso.

Kiev no se queda ahi. No solo acusa a los separatistas pro-rusos de "limpiar evidencias" en torno a las causas del sisniestro, sino de pillaje y saqueo de las pertenencias de las victimas, un extremo confirmado por la dura comunicacion entre .

No ayudan las torpes declaraciones de los lideres separatistas, buscando deslindar responsabilidad. El viernes , el lider prorruso y ex agente de la inteligencia militar rusa Igor Girkin, alias Igor Strlkov, declaro al portal ruso Russkaya Vesna que "muchas de las victimas posiblemente ya estaban muertas antes que despegara el avion". Agrego que "varios de los cadaveres no estaban frescos, que les habian drenado la sangre y olian a descomposición".

Pero la crisis de Moscu no es solo diplomatica, sino ahora mediatica. Los escasos corresponsales de la prensa occidental en la zona reportan obstruccion en las pesquizas por parte de los rebeldes prorrusos y la periodista rusa Sara Firth, presentadora de noticias de la red Russia Today (RT), renuncio alegando haber recibido presiones para distorsionar los hechos en el caso del siniestro.

El caso se Firth no es el único. A principios de año, la presentadora estadounidense Liz Wahl renunció al medio ruso tras la incursión militar de Rusia en Crimea, República autónoma de Ucrania.

Todo un movimiento mediático y propagandistico de opinologos, organizaciones no gubernamentales e intelectuales independientes en cadenas y redes sociales aboga por un cese al fuego israeli sobre Palestina y llora una cifra de muertos similar a la de los pasajeros del Air Malasyan, pero ni siquiera mencionan la necesidad de que Rusia levante el bloqueo militar sobre el area del siniestro, ya ni siquiera para permitir una investigacion, sino para rescatar los cadaveres de la putrefacción.

Y me viene a la memoria una frase escrita sobre el tristemente celebre muro de Brandemburgo, en Berlin: "Solo los comunistas sangran", sólo el comunismo sufre bajas y llora hijos. Los demás, simplemente no contamos.

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La autocracia sometió esos reductos, pero otros surgieron. La consistencia ideológica, el confinamiento, el exilio, son nuestros nuevos reductos. Desde ahí resistimos, urdimos, aguardamos, la hora de dar de nuevo batalla, el tiempo de recuperar la democracia.

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