viernes, 29 de mayo de 2009

Suxo enjuiciará al Fiscal Uribe por prevaricato; Portavoz de Manfred dice que la ministra desconoce la Ley




La Paz, Bolivia (APG). - El fiscal General de la República, Mario Uribe, enfrentará un juicio por prevaricato al rechazar 10 procesos penales contra el ex prefecto de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, anunció este jueves la ministra de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción, Nardi Suxo.

Suxo denunció que el daño causado por el ex prefecto alcanza más de 18 millones de bolivianos, “por esta razón vamos a iniciar una acción penal en contra el Fiscal General, por prevaricato, porque lo que hizo es totalmente ilegal e inconstitucional, no defendió los derechos ciudadanos”, enfatizó la ministra.

La ministra al rechazar la resolución emitida por Uribe frente a las denuncias presentadas en contra de Reyes Villa, reiteró que denunció al ex prefecto por cometer supuestamente delitos de incumplimiento de deberes, uso indebido de influencias, contratos lesivos al Estado y conducta antieconómica por la ejecución de 10 proyectos en las gestiones de 2006 y 2007.

Por su parte, Erick Fajardo, asesor de Reyes Villa, descalificó el anuncio de la ministra Suxo y aseguró que esa autoridad desconoce las leyes de Bolivia pese a ser abogada.

“No se puede aplicar un juicio por prevaricato a un Fiscal, porque es una autoridad investigativa y sus fallos no causan estado y en esa medida la figura de prevaricato no se aplica en caso del Fiscal”.

Le sugirió a Suxo que sea más responsable con los recursos públicos y que no los use para fines políticos. “En un país tan pobre como el nuestro es un crimen desperdiciar los recursos económicos en acciones que van en desmedro de las arcas del Estado”, puntualizó Fajardo.

En un estado históricamente híper presidencialista, las universidades públicas, las prefecturas, las municipalidades, fueron reductos naturales de la democracia.
La autocracia sometió esos reductos, pero otros surgieron. La consistencia ideológica, el confinamiento, el exilio, son nuestros nuevos reductos. Desde ahí resistimos, urdimos, aguardamos, la hora de dar de nuevo batalla, el tiempo de recuperar la democracia.

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