sábado, 20 de noviembre de 2010

El pez globo les dice "sardinas" a los tiburones


Algún cívico cruceño de segunda línea aprovechó la ausencia de Luis Núñez para salir a la prensa a vaticinar que "tras ocuparse de las sardinas, el gobierno iría por los tiburones", metáfora con la que intentó graficar que, tras tumbar a los ediles René Joaquino y Jaime Barrón, el MAS la emprendería contra los gobernadores de Tarija, Beni y Santa Cruz.
Enorme petulancia la de ciertos gobernadores, que después de su cómplice cálculo político y su triste desempeño durante el momento de resolución del proceso autonómico, ahora pretenden embanderarse de la resistencia digna y la actitud firme de otros verdaderos opositores para asumir el papel de "los últimos exponentes de la oposición".
La política es como el poker. Puedes blefearle a los demás en una, dos y hasta tres ocasiones, puedes pagar por ver y doblar la apuesta hasta donde aguante el cuero sin rubor ni sudor. Pero al final de la mano, siempre habrá que poner las cartas sobre la mesa.
El CONALDE le blefeó al gobierno de Evo Morales con el "doble o nada" desde 2006 hasta 2009, generando expectativa y simpatía por el desafiante frente al favorito. Pero cuando llegó la hora de mostrar qué tenía en la mano, dijo "no voy". Cuando la definición de la historia impuso "vencer o morir", tres pusilánimes prefectos optaron por la sumisión y la vergüenza antes que por jugarse la continuidad en el cargo a una mano con la que especularon por tres años.
Aquel 2008 se terminaron los peces grandes en el estanque de la autonomía.
Por eso precisamente me resisto a aceptar que Barrón y Joaquino puedan ser considerados un aperitivo de sardinas y que tres gobernadores de nombres y trayectorias tristemente conocidas se las den de fieros tiburones a los cuales el gobierno le reservaría ser el plato fuerte del festín opositor.
Creo que el platillo principal de esta coyuntura fueron los dos alcaldes, resueltos y con perspectiva, a quienes Evo despachó con la premura de quien no quiere encontrarlos el 2011 comandando a dos ciudades declaradamente opositoras. En cambio, los inquilinos de
las citadas gobernaciones son un sobrevaluado plato de pez-globo; el patético testimonio de lo que es no dar la talla cuando la historia llama.
Lo mejor del CONALDE yace en una celda del panóptico de San Pedro convertida en un bastión de dignidad
por la actitud imperturbable de su ocupante ; un lugar de peregrinación para los escasos verdaderos opositores que quedan y hasta el cual la vergüenza no le permite llegar a esas tres barracudas, que negociaron su salida particular a la crisis de septiembre de 2008 a cambio de entregar el proceso autonómico y darle la espalda al amigo y estratega.
Menuda pretensión la de los despojos del CONALDE: ser la atracción principal de una arena a la que su cobardía y vileza les quitó el derecho de entrar.
Estoy dispuesto apostar que hubo más pueblo llorando por Joaquino y reclamando por Barrón, de la gente que habrá en las calles de Santa Cruz o Tarija cuando la factura de la traición al proceso autonómico y a la oposición, finalmente le sea cobrada a sus gobernadores.

En un estado históricamente híper presidencialista, las universidades públicas, las prefecturas, las municipalidades, fueron reductos naturales de la democracia.
La autocracia sometió esos reductos, pero otros surgieron. La consistencia ideológica, el confinamiento, el exilio, son nuestros nuevos reductos. Desde ahí resistimos, urdimos, aguardamos, la hora de dar de nuevo batalla, el tiempo de recuperar la democracia.

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